Había una vez un pollo y unos mofletes inquietos, deseando soltar de algún modo todo aquello que vivían, sufrían y reían. Aquello que les perturbaba, que les gustaba y que les cabreaba. Y sobre todo las historias del día a día, que os ayudarán a ver que la vida de un pollo y unos mofletes, unidos desde hace 20 años, no es tan distinta a la de cualquier humano callejero, a la tuya, la de tu prima o tu vecino. Y sino.. solo tenéis que comprobarlo. Para eso estamos...
Un picotazo mofletudo!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario